El cine flamenco de Carlos Saura
¿Conoces la historia de amor del aclamado cineasta español por el flamenco?
Hace poco nos despedimos de Carlos Saura, uno de los directores de cine más reconocidos, prolíficos y rompedores del cine español, cuyo nombre aparece bajo el título de las películas que definieron el cine español de posguerra y quien nos hizo sonreír con su perspicacia para esquivar la censura franquista.
Seguramente te suenen las películas La Caza (1966), Peppermint Frappé (1967), La prima Angélica (1974), Cría Cuervos (1976) o ¡Ay, Carmela! (1990), pero... ¿sabías que, junto a su faceta como director de cine, Carlos Saura sentía una gran pasión por el flamenco que incluso le hizo probar su talento como bailaor? Y aunque finalmente no hemos tenido el gusto de verle sobre uno de nuestros tablaos flamencos, para nuestra suerte sí hemos podido disfrutar de su talento representando su amor por este arte. El mismo Saura afirmaba: “yo he llegado a hacer repetir una escena, cuando ya la toma era buena, por el placer de ver a un grupo bailar, fascinado con eso, lo he mandado repetir”.
Disfrutar del flamenco a través de la sensibilidad de un director de la talla de Carlos Saura y desde una narrativa y estética cinematográfica de un regalo. Ejemplo de ellos es la obra maestra Bodas de sangre (1981), una adaptación de la tragedia de Federico García Lorca a través de la música, el cante y del baile (visita nuestra flamencopedia para saber más sobre terminología flamenca). Se trata de un documental que supuso una nueva manera de representar el flamenco a través del cine.
Bodas de Sangre, además de marcar el comienzo de la etapa musical del director aragonés, es la primera película de su trilogía flamenca junto a Carmen (1983) y El amor brujo (1986), todas adaptaciones literarias en las que el director colaborará con el bailarín y coreógrafo Antonio Gades. Y si con Carmen consiguió tres medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, tres nominaciones a los Oscar y un BAFTA a Mejor película extranjera, con El amor Brujo se llevó sendos Goya a Mejor fotografía y Mejor vestuario.
La pasión de Saura por la danza tradicional española continuó posteriormente en otros títulos como Sevillanas (1992), Flamenco (1995) y Flamenco, flamenco (2010), en las que aparecen algunas de las figuras más representativas de este arte como Camarón, Rocío Jurado, Paco de Lucía, José Mercé, Estrella Morente, Manolo Sanlúcar, Sara Baras o Carmen Linares, entre otros.
¿Vamos preparando las palomitas?